De
lejos sonido de sonrisa que me permite
una vez más abrir la ventana para poder navegar entre la brisa que produce tu
pelo, que no avisa que es peligrosa y me vicia.
De
cerca momento de desconcierto que aumento para regar de cemento todos los
resquicios que hay para llegar a ti y todo tu pensamiento.
Aun más
cerca tu mirada me ciega y me hacen creer en cuentos de hadas, sonrisas picaras
que siempre terminan descansado sobre almohadas, momentos con alas y ropa mojada.
Acercarme
a beber del rio que son tus labios para saber que no me he confundido y no he
desaparecido solo para volver y encontrar tu nido.
Nido
que nos abraza, que nos da calor cuando hace frio para saber que estamos
seguros y tranquilos en este amor de seres confundidos.
Te
quiero y estoy contento de estar contigo, porque tú eres mi abrigo y todo lo
que se le puede pedir a una amiga. Te amo y eres mi vida, princesa que llena
estancias vacías de un corazón que late por ti día a día.
Encontrarte
fue perfecto pero reencontrarte fue rotundo, como el despertar a tu lado y
saber que en lo más profundo, mi corazón bebe de tus aguas como un sediento
moribundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario